11S: El día que cambió el mundo
El 11 de septiembre de 2001 cambió la historia del mundo moderno. Este documental cuenta la historia del ataque de Al Qaeda contra las Torre Gemelas a través de las personas de Nueva York que vivieron los atentados y lo grabaron. Reproduce vídeos del día de la tragedia nunca antes vistos, ya que son grabaciones en los centros militares, servicios de emergencia, control de tráfico aéreo, aerolíneas comerciales o llamadas telefónicas privadas.
Comentarios
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. meritoria.
“11S: El día que cambió el mundo” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Se aprecia cuidado en los detalles; “11S: El día que cambió el mundo” deja poso.
Una obra sobria. el reparto funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
“11S: El día que cambió el mundo” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
Me sorprendió gratamente “11S: El día que cambió el mundo”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “11S: El día que cambió el mundo” es digna.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la puesta en escena.
“11S: El día que cambió el mundo” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
Final satisfactorio y bien planteado. “11S: El día que cambió el mundo” es recomendable.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Me ha parecido una cinta notable, sobria y eficaz en sus objetivos.
Sin estridencias, “11S: El día que cambió el mundo” convence por oficio y coherencia.
La puesta en escena de “11S: El día que cambió el mundo” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
El tratamiento de personajes en “11S: El día que cambió el mundo” resulta convincente y humano.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Sin reinventar la propuesta, “11S: El día que cambió el mundo” destaca por su sensibilidad.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
“11S: El día que cambió el mundo” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.