

Antes que cante el gallo
Carmín sueña con algún día irse a vivir a la capital con su madre. Ese sueño se desmorona cuando la madre se muda con su nuevo esposo a los Estados Unidos. En pleno despertar adolescente, Carmín se ve forzada a permanecer en Barranquitas, un pueblito montañoso, junto a su abuela, una mujer dura, conservadora y de escasos recursos para la crianza. Solo la llegada del padre después de años en la cárcel comenzará a atenuar el malestar de Carmín. La relación, sin embargo, traerá sus propias ambigüedades y complejidades. Ahora la joven deberá aprender a vivir entre el abandono y el cuidado; entre el deseo, el amor y experimentar la más cruda ausencia.
Comentarios
“Antes que cante el gallo” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
Sin estridencias, “Antes que cante el gallo” convence por oficio y coherencia.
Me ha parecido una cinta correcta, sobria y eficaz en sus objetivos.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Antes que cante el gallo” funciona.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. interesante.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“Antes que cante el gallo” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
“Antes que cante el gallo” pone en valor el tono con solvencia y cuidado.
“Antes que cante el gallo” convence por su realización y un cadencia bien medido.
“Antes que cante el gallo” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
“Antes que cante el gallo” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Una propuesta notable que respeta al espectador.
Sin reinventar el género, “Antes que cante el gallo” destaca por su sensibilidad.
El tratamiento de personajes en “Antes que cante el gallo” resulta convincente y humano.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Antes que cante el gallo” deja poso.
La realización de “Antes que cante el gallo” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Narrativa clara y concisa. “Antes que cante el gallo” se disfruta sin excesos.
Me sorprendió gratamente “Antes que cante el gallo”; el tono tratado con respeto y oficio.