

Bakhita
Nacida en una aldea en Sudán, secuestrada por traficantes de esclavos, a menudo golpeada y maltratada, y luego vendida a Federico Marin, un comerciante veneciano, Bakhita llegó a Italia y se convirtió en la criada de la hija de Federico, Aurora, que había perdido a su madre al nacer. Ella es tratada como una marginada por los campesinos y los otros sirvientes debido a su piel negra y origen africano, pero Bakhita es amable y generosa con los demás. Bakhita se acerca gradualmente a Dios con la ayuda del amable sacerdote del pueblo y abraza la fe católica. Ella solicita unirse a la orden de las hermanas Canossian, pero Marin no quiere renunciar a ella como su sirviente, tratándola casi como de su propiedad. Esto lleva a un caso judicial en movimiento que generó un alboroto que afecta la libertad de Bakhita y la decisión final de convertirse en monja. El Papa Juan Pablo II la declaró santa en el año 2000.
Comentarios
Final satisfactorio y bien planteado. “Bakhita” es digna.
“Bakhita” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Equilibrio entre emoción y contención; “Bakhita” lo consigue.
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la puesta en escena.
La realización de “Bakhita” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Una propuesta correcta que respeta al espectador.
“Bakhita” me ha parecido correcta. Destacaría el reparto y la banda sonora.
“Bakhita” convence por su realización y un cadencia bien medido.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Bakhita” es interesante.
Me ha parecido una cinta estimable, sobria y eficaz en sus objetivos.
A nivel técnico, “Bakhita” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Una obra estimable. el reparto funciona y la realización acompaña con acierto.
“Bakhita” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
“Bakhita” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
Me sorprendió gratamente “Bakhita”; el género tratado con respeto y oficio.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Bakhita” deja poso.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
He disfrutado de “Bakhita”; propuesta impecable con una realización que sostiene el conjunto.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
“Bakhita” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.