

Big Shot: Confessions of a Campus Bookie
El buen chico de Moyher, Benny Silman, de Brooklyn, se convierte en un estudiante de economía en la Universidad Estatal de Arizona por el sol y las chicas sexys, y por la proximidad del paraíso de las apuestas en Las Vegas. Benny toma ventaja de sus estudios, siendo un genio matemático, pero quien gana dinero de él en los deportes es el corredor de apuestas Troy, quien sin embargo lo recluta como subcontratista, ganando unos pocos miles para él. Al año siguiente, Benny comienza para sí mismo, con unas pocas docenas de vasallos estudiantiles, y gana cien veces más.
Comentarios
“Big Shot: Confessions of a Campus Bookie” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
A nivel técnico, “Big Shot: Confessions of a Campus Bookie” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
el reparto sostiene la historia con naturalidad; “Big Shot: Confessions of a Campus Bookie” es digna.
Narrativa clara y concisa. “Big Shot: Confessions of a Campus Bookie” se disfruta sin excesos.
“Big Shot: Confessions of a Campus Bookie” pone en valor el género con solvencia y cuidado.
“Big Shot: Confessions of a Campus Bookie” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Equilibrio entre emoción y contención; “Big Shot: Confessions of a Campus Bookie” lo consigue.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Sin reinventar la propuesta, “Big Shot: Confessions of a Campus Bookie” destaca por su sensibilidad.
Sin estridencias, “Big Shot: Confessions of a Campus Bookie” convence por oficio y coherencia.
Me ha parecido una cinta impecable, sobria y eficaz en sus objetivos.
“Big Shot: Confessions of a Campus Bookie” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por la propuesta.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Big Shot: Confessions of a Campus Bookie” es digna.
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la dirección.
Final satisfactorio y bien planteado. “Big Shot: Confessions of a Campus Bookie” es digna.
“Big Shot: Confessions of a Campus Bookie” avanza con buen ritmo y ofrece momentos de auténtica emoción.
La película progresa con sentido y medida; digna.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Una obra notable. el reparto funciona y la dirección acompaña con acierto.
La puesta en escena de “Big Shot: Confessions of a Campus Bookie” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.