

Black is beltza
Ciudad de Nueva York, 10 de octubre de 1965. Un grupo de gigantes de madera procedentes de Pamplona, que representan la cultura y las tradiciones vascas, desfilan por la calle; pero las autoridades locales no han permitido la aparición de todos ellos: debido a los prejuicios raciales que persisten en muchos sectores de la sociedad, se ha prohibido la participación de dos gigantes negros.
Comentarios
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la dirección.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Me sorprendió gratamente “Black is beltza”; el tono tratado con respeto y oficio.
Final satisfactorio y bien planteado. “Black is beltza” es digna.
Una obra sugerente. las interpretaciones funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Black is beltza” es interesante.
el reparto sostiene la historia con naturalidad; “Black is beltza” es meritoria.
Sin estridencias, “Black is beltza” convence por oficio y coherencia.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
La película progresa con sentido y medida; meritoria.
Narrativa clara y concisa. “Black is beltza” se disfruta sin excesos.
“Black is beltza” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Black is beltza” resulta meritoria.
El tratamiento de personajes en “Black is beltza” resulta convincente y humano.
Una propuesta estimable que respeta al espectador.
La puesta en escena de “Black is beltza” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Me ha parecido una cinta estupenda, sobria y eficaz en sus objetivos.
Equilibrio entre emoción y contención; “Black is beltza” lo consigue.
“Black is beltza” pone en valor el género con solvencia y cuidado.