

Código 46
Una visión futurista de Shangai que presenta una sociedad en la que los recuerdos pueden ser borrados y los peligros pueden predecirse. William (Tim Robbins), enviado a Shangai para investigar un fraude en la compañía de seguros Sphinx, tiene un virus que le permite leer la mente de los demás. Maria (Samantha Morton), que trabaja en Sphinx creando "papelles", documentos indispensables para que la gente pueda hacer cualquier cosa, es la persona que está cometiendo el fraude, vendiendo "papelles" falsos a las personas que Sphinx no admite como asegurados.
Comentarios
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Código 46” resulta interesante.
“Código 46” pone en valor la propuesta con solvencia y cuidado.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“Código 46” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
La película progresa con sentido y medida; meritoria.
“Código 46” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
“Código 46” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por la propuesta.
Me ha parecido una cinta cautivadora, sobria y eficaz en sus objetivos.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Una obra impecable. el reparto funciona y la realización acompaña con acierto.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Código 46” es interesante.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. digna.
Sin estridencias, “Código 46” convence por oficio y coherencia.
Me sorprendió gratamente “Código 46”; el tono tratado con respeto y oficio.
La puesta en escena de “Código 46” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la puesta en escena.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Código 46” deja poso.
A nivel técnico, “Código 46” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Equilibrio entre emoción y contención; “Código 46” lo consigue.