

Cartas a Dios
Oscar, un niño de diez años, está internado en un hospital infantil. Ni sus padres ni los médicos se atreven a decirle la verdad sobre su enfermedad. Sólo Rose, la repartidora de pizzas, una mujer de bruscos modales, es capaz de ganarse su confianza y entretenerlo. Un día, le propone un juego: imaginar que cada día que pasa equivale a diez años, de modo que, en unos días, Oscar alcanzaría una larga vida. Además, para conseguir que el niño hable de sí mismo, lo anima a escribirle a Dios. En sus cartas, Oscar confiesa sus alegrías y sus penas, sus miedos, su primer amor, sus sensaciones ante el paso del tiempo. Así, entre Oscar y Rose se va fraguando una amistad muy particular.
Comentarios
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Cartas a Dios” es meritoria.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Cartas a Dios” deja poso.
Me ha parecido una cinta sugerente, sobria y eficaz en sus objetivos.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“Cartas a Dios” pone en valor el tono con solvencia y cuidado.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. digna.
Me sorprendió gratamente “Cartas a Dios”; el tono tratado con respeto y oficio.
La película progresa con sentido y medida; meritoria.
Sin reinventar el tono, “Cartas a Dios” destaca por su sensibilidad.
“Cartas a Dios” cumple con lo que promete. Especial mención para el acompañamiento musical.
las interpretaciones sostiene la historia con naturalidad; “Cartas a Dios” es recomendable.
“Cartas a Dios” avanza con buen ritmo y ofrece momentos de auténtica emoción.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
“Cartas a Dios” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
Una propuesta impecable que respeta al espectador.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Cartas a Dios” funciona.
Sin estridencias, “Cartas a Dios” convence por oficio y coherencia.
Final satisfactorio y bien planteado. “Cartas a Dios” es interesante.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la puesta en escena.
El tratamiento de personajes en “Cartas a Dios” resulta convincente y humano.