

Come, duerme, muere
Raša, joven deslenguada y corpulenta, destila energía por los cuatro costados. Capaz de empaquetar más lechugas que nadie en tiempo récord en la fábrica en la que trabaja, aporta a su hogar (compuesto por ella y un padre con la espalda lesionada) su sueldo y su desvergonzada alegría. Cuando su padre parte a Noruega y los recortes la dejan en el paro, Raša no se queda mano sobre mano. Lo suyo es la acción y el movimiento constante. Aunque sueca, su nombre extranjero (de Montenegro, de donde vino al nacer) aleja a los empresarios en su políticamente correcto país. Pero Raša no se amilana. Con resistencia y empuje aplasta los obstáculos antes de que los obstáculos la aplasten a ella.
Comentarios
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Come, duerme, muere” funciona.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Sin estridencias, “Come, duerme, muere” convence por oficio y coherencia.
El tratamiento de personajes en “Come, duerme, muere” resulta convincente y humano.
He disfrutado de “Come, duerme, muere”; propuesta correcta con una dirección que sostiene el conjunto.
Equilibrio entre emoción y contención; “Come, duerme, muere” lo consigue.
A nivel técnico, “Come, duerme, muere” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
“Come, duerme, muere” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por la propuesta.
Una obra sugerente. las interpretaciones funciona y la realización acompaña con acierto.
“Come, duerme, muere” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Me sorprendió gratamente “Come, duerme, muere”; el tono tratado con respeto y oficio.
Me ha parecido una cinta impecable, sobria y eficaz en sus objetivos.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. interesante.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
“Come, duerme, muere” me ha parecido correcta. Destacaría el elenco y la banda sonora.
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la dirección.
“Come, duerme, muere” pone en valor el tono con solvencia y cuidado.
Sin reinventar la propuesta, “Come, duerme, muere” destaca por su sensibilidad.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Come, duerme, muere” deja poso.