Dejad que el río fluya
Noruega, años 70, durante el conflicto alrededor de la construcción de una planta hidroeléctrica en el río Alta, en Finnmark, al norte del país. El proyecto afecta tanto a la fauna del lugar, en especial renos y salmones, como a la actividad social y económica de la comunidad sami, un grupo étnico que habita en Laponia. La resistencia y las protestas de los samis supusieron un punto de inflexión en la historia de su comunidad al colocar en el foco mediático sus derechos como pueblo indígena. Una de ellas es Ester, joven que oculta su identidad para evitar exponerse al racismo. Cuando, de repente, Ester se encuentra en medio de las manifestaciones contra la construcción de una gran presa en Alta, comienza un viaje personal para salir de la vergüenza que ha arrastrado durante tanto tiempo.
Comentarios
“Dejad que el río fluya” pone en valor el género con solvencia y cuidado.
La película progresa con sentido y medida; recomendable.
“Dejad que el río fluya” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
Una propuesta impecable que respeta al espectador.
las interpretaciones sostiene la historia con naturalidad; “Dejad que el río fluya” es interesante.
Me sorprendió gratamente “Dejad que el río fluya”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
“Dejad que el río fluya” cumple con lo que promete. Especial mención para la banda sonora.
Equilibrio entre emoción y contención; “Dejad que el río fluya” lo consigue.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
He disfrutado de “Dejad que el río fluya”; propuesta impecable con una realización que sostiene el conjunto.
Una obra estupenda. el reparto funciona y la dirección acompaña con acierto.
“Dejad que el río fluya” avanza con buen cadencia y ofrece momentos de auténtica emoción.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Dejad que el río fluya” deja poso.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
El tratamiento de personajes en “Dejad que el río fluya” resulta convincente y humano.
Final satisfactorio y bien planteado. “Dejad que el río fluya” es interesante.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Dejad que el río fluya” resulta interesante.
Sin estridencias, “Dejad que el río fluya” convence por oficio y coherencia.
Narrativa clara y concisa. “Dejad que el río fluya” se disfruta sin excesos.