

Desayuno en Plutón
Patrick Braden es un joven encantador, pero más duro de lo que aparenta. Abandonado al nacer en un pequeño pueblo irlandés, es consciente desde el principio de que es diferente a los demás. Patrick sobrevive en un ambiente hostil gracias no sólo a su ingenio y a su encanto, sino también a que no está dispuesto a que nada ni nadie lo cambie. Le pasarán mil y una peripecias, algunas surrealistas, otras divertidas e incluso conmovedoras, siempre en las carnes de un joven que resiste las pruebas y los desafíos con una sonrisa y manteniendo su fe en la bondad inherente a todos los seres humanos.
Comentarios
“Desayuno en Plutón” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Equilibrio entre emoción y contención; “Desayuno en Plutón” lo consigue.
“Desayuno en Plutón” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
“Desayuno en Plutón” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
Me ha parecido una cinta impecable, sobria y eficaz en sus objetivos.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Desayuno en Plutón” es interesante.
Una propuesta estimable que respeta al espectador.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
El tratamiento de personajes en “Desayuno en Plutón” resulta convincente y humano.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Desayuno en Plutón” deja poso.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Narrativa clara y concisa. “Desayuno en Plutón” se disfruta sin excesos.
Final satisfactorio y bien planteado. “Desayuno en Plutón” es meritoria.
el elenco sostiene la historia con naturalidad; “Desayuno en Plutón” es meritoria.
Sin estridencias, “Desayuno en Plutón” convence por oficio y coherencia.
“Desayuno en Plutón” me ha parecido sobria. Destacaría las interpretaciones y la música.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. digna.
Me sorprendió gratamente “Desayuno en Plutón”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
A nivel técnico, “Desayuno en Plutón” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Desayuno en Plutón” resulta meritoria.