

Diarios de motocicleta
En 1952, siendo el "Che" Guevara estudiante de medicina, recorrió América del Sur, con su amigo Alberto Granado, en una destartalada moto. Ernesto es un joven estudiante de medicina de 23 años de edad, especializado en lepra. Alberto es un bioquímico de 29 años. Ambos jóvenes emprenden un viaje de descubrimiento de la rica y compleja topografía humana y social del continente hispanoamericano. Los dos dejaron atrás el familiar entorno de Buenos Aires en una desvencijada motocicleta Norton de 500 cc, imbuidos de un romántico espíritu aventurero.
Comentarios
Sin reinventar el género, “Diarios de motocicleta” destaca por su sensibilidad.
Me ha parecido una cinta sobria, sobria y eficaz en sus objetivos.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Diarios de motocicleta” deja poso.
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la puesta en escena.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Diarios de motocicleta” resulta meritoria.
A nivel técnico, “Diarios de motocicleta” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
“Diarios de motocicleta” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
Una propuesta sobria que respeta al espectador.
Sin estridencias, “Diarios de motocicleta” convence por oficio y coherencia.
Equilibrio entre emoción y contención; “Diarios de motocicleta” lo consigue.
Final satisfactorio y bien planteado. “Diarios de motocicleta” es meritoria.
“Diarios de motocicleta” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
“Diarios de motocicleta” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
La puesta en escena de “Diarios de motocicleta” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
el elenco sostiene la historia con naturalidad; “Diarios de motocicleta” es meritoria.
Me sorprendió gratamente “Diarios de motocicleta”; el tono tratado con respeto y oficio.
“Diarios de motocicleta” pone en valor el tono con solvencia y cuidado.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. interesante.
“Diarios de motocicleta” convence por su puesta en escena y un ritmo bien medido.
He disfrutado de “Diarios de motocicleta”; propuesta correcta con una puesta en escena que sostiene el conjunto.