

Dios es mujer y se llama Petrunya
Cada mes de enero tiene lugar el mismo festival en un pequeño pueblo de Macedonia: uno de los sacerdotes de mayor rango eclesiástico lanza una cruz al agua que un grupo de hombres ha de buscar. Se dice que aquel que la encuentre tendrá para siempre buena suerte en la vida y prosperidad. Sin embargo, este año es una mujer, Petrunija (Zorica Nusheva) quien tiene la suerte de encontrarla. Dado que vive en una sociedad basada en antiguos códigos morales y sociales, la comunidad de hombres se siente con el derecho de estar enfurecidos. ¿Cómo es posible que una mujer se haya atrevido a hacer lo mismo que ellos, teniendo éxito en el proceso? Sin embargo, Petrunija se siente la legítima ganadora del concurso y no está dispuesta a devolver la cruz bajo ningún concepto.
Comentarios
Se aprecia cuidado en los detalles; “Dios es mujer y se llama Petrunya” deja poso.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“Dios es mujer y se llama Petrunya” cumple con lo que promete. Especial mención para la banda sonora.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Dios es mujer y se llama Petrunya” es interesante.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la realización.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Dios es mujer y se llama Petrunya” funciona.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. recomendable.
el elenco sostiene la historia con naturalidad; “Dios es mujer y se llama Petrunya” es digna.
Final satisfactorio y bien planteado. “Dios es mujer y se llama Petrunya” es meritoria.
“Dios es mujer y se llama Petrunya” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por la propuesta.
El tratamiento de personajes en “Dios es mujer y se llama Petrunya” resulta convincente y humano.
Narrativa clara y concisa. “Dios es mujer y se llama Petrunya” se disfruta sin excesos.
Me sorprendió gratamente “Dios es mujer y se llama Petrunya”; el tono tratado con respeto y oficio.
A nivel técnico, “Dios es mujer y se llama Petrunya” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
La dirección de “Dios es mujer y se llama Petrunya” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
“Dios es mujer y se llama Petrunya” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
“Dios es mujer y se llama Petrunya” convence por su puesta en escena y un ritmo bien medido.
Una obra estimable. el reparto funciona y la realización acompaña con acierto.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
“Dios es mujer y se llama Petrunya” pone en valor el género con solvencia y cuidado.