

Dios mío ¡los niños han vuelto!
Catherine y Yann son un matrimonio feliz. Llevan años casados, pero desde que él vendió su negocio vive por y para los bonsáis y Catherine se siente ignorada. Por si fuera poco, la hija de la pareja, de 27 años, se planta en casa con su novio cuando los echan de su piso. Yann está sumido en una crisis de mediana edad y los invitados no parecen tener intención alguna de marcharse. Catherine intentará que vuelvan a abandonar el nido para recuperar las riendas de su vida.
Comentarios
Me sorprendió gratamente “Dios mío ¡los niños han vuelto!”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Dios mío ¡los niños han vuelto!” resulta meritoria.
Una propuesta sugerente que respeta al espectador.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Dios mío ¡los niños han vuelto!” deja poso.
Equilibrio entre emoción y contención; “Dios mío ¡los niños han vuelto!” lo consigue.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
“Dios mío ¡los niños han vuelto!” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
La puesta en escena de “Dios mío ¡los niños han vuelto!” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
“Dios mío ¡los niños han vuelto!” cumple con lo que promete. Especial mención para la banda sonora.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. recomendable.
La película progresa con sentido y medida; meritoria.
“Dios mío ¡los niños han vuelto!” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
A nivel técnico, “Dios mío ¡los niños han vuelto!” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la dirección.
“Dios mío ¡los niños han vuelto!” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
“Dios mío ¡los niños han vuelto!” convence por su puesta en escena y un pacing bien medido.
Una obra estupenda. el elenco funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
“Dios mío ¡los niños han vuelto!” pone en valor el género con solvencia y cuidado.