

Eisenstein en Guanajuato
Greenaway lleva a la pantalla grande parte de la vida de Sergei Eisenstein, concretamente el periodo en el que el mítico realizador soviético vivió en México y rodó, entre otros films, "¡Que viva México!". El director de “El Acorazado Potemkin” (1925) pasó más de un año, a partir de diciembre de 1930, en tierras aztecas para filmar su fascinación por el Día de Muertos y los ritos religiosos de la cultura popular mexicana. Sin embargo, la cinta quedó inconclusa, por lo que en 1979 Grigori Aleksandrov, a partir de los “storyboards” originales de Eisenstein, compiló “¡Que Viva México!, una aproximación al montaje que éste planeaba.
Comentarios
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Eisenstein en Guanajuato” es digna.
“Eisenstein en Guanajuato” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
La película progresa con sentido y medida; digna.
Una obra cautivadora. las interpretaciones funciona y la dirección acompaña con acierto.
Una propuesta estupenda que respeta al espectador.
Sin estridencias, “Eisenstein en Guanajuato” convence por oficio y coherencia.
Me ha parecido una cinta notable, sobria y eficaz en sus objetivos.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Sin reinventar el tono, “Eisenstein en Guanajuato” destaca por su sensibilidad.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
He disfrutado de “Eisenstein en Guanajuato”; propuesta estupenda con una realización que sostiene el conjunto.
“Eisenstein en Guanajuato” me ha parecido notable. Destacaría el reparto y la música.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. recomendable.
“Eisenstein en Guanajuato” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
A nivel técnico, “Eisenstein en Guanajuato” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
el reparto sostiene la historia con naturalidad; “Eisenstein en Guanajuato” es interesante.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la puesta en escena.
La dirección de “Eisenstein en Guanajuato” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Eisenstein en Guanajuato” deja poso.