El código de Dios
Detrás de puertas cerradas en San Petersburgo, Rusia se encuentra el Códice de Leningrado, el texto completo más antiguo del mundo de la Biblia hebrea. Debido a sus orígenes antiguos, es una versión más pura de la Biblia, que contiene palabras y caracteres perdidos en traducciones posteriores. Timothy Smith, un experto en antigüedades, cree que ha encontrado un código intrincado escondido dentro de su texto, uno que puede no aparecer en traducciones posteriores. Este especial de dos horas lleva a los espectadores en un viaje por todo el mundo para descubrir si el código oculto es real. Si es así, ¿podría ser esta la verdadera palabra de Dios? Un código escrito en su propia obra divina. ¿Un plan maestro de historia? Se dice que el código apunta a una variedad diversa de eventos históricos, desde el ascenso de Hitler hasta la amenaza de Corea del Norte, e incluso puede apuntar a la ubicación de uno de los mayores tesoros de todos, el Arco perdido del Pacto.
Comentarios
A nivel técnico, “El código de Dios” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Final satisfactorio y bien planteado. “El código de Dios” es interesante.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “El código de Dios” resulta interesante.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. digna.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “El código de Dios” es meritoria.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “El código de Dios” funciona.
“El código de Dios” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
el elenco sostiene la historia con naturalidad; “El código de Dios” es recomendable.
“El código de Dios” convence por su dirección y un ritmo bien medido.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la puesta en escena.
Equilibrio entre emoción y contención; “El código de Dios” lo consigue.
He disfrutado de “El código de Dios”; propuesta correcta con una puesta en escena que sostiene el conjunto.
Una obra estimable. el elenco funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
Sin reinventar la propuesta, “El código de Dios” destaca por su sensibilidad.
La realización de “El código de Dios” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Me ha parecido una cinta notable, sobria y eficaz en sus objetivos.
“El código de Dios” me ha parecido cautivadora. Destacaría las interpretaciones y la música.
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La película progresa con sentido y medida; digna.
Sin estridencias, “El código de Dios” convence por oficio y coherencia.