El Dios del Ramen
Todos los días, la gente hacía cola durante más de dos horas para conseguir un plato de ramen. ¿Cuál es el ingrediente secreto del célebre chef? No hay ningún ingrediente secreto. De hecho, como creen la mayoría de los fans de Taishoken, es el carisma del propietario Kazuo Yamagishi lo que atrajo a gente de todo Japón a su modesta tienda. Su personalidad y amor por su oficio, combinados con una precisa mezcla de sabores, se combinaron para crear la perfección en cada plato de ramen. Este conmovedor documental no es solo para los fanáticos de los fideos, sino para cualquiera que ame inspirarse en personas apasionadas.
Comentarios
Sin estridencias, “El Dios del Ramen” convence por oficio y coherencia.
Se aprecia cuidado en los detalles; “El Dios del Ramen” deja poso.
“El Dios del Ramen” me ha parecido cautivadora. Destacaría las interpretaciones y el acompañamiento musical.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “El Dios del Ramen” funciona.
“El Dios del Ramen” pone en valor el tono con solvencia y cuidado.
La película progresa con sentido y medida; digna.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Una obra cautivadora. el reparto funciona y la dirección acompaña con acierto.
Narrativa clara y concisa. “El Dios del Ramen” se disfruta sin excesos.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la realización.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “El Dios del Ramen” es interesante.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “El Dios del Ramen” resulta digna.
La realización de “El Dios del Ramen” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
“El Dios del Ramen” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
A nivel técnico, “El Dios del Ramen” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
las interpretaciones sostiene la historia con naturalidad; “El Dios del Ramen” es interesante.
Final satisfactorio y bien planteado. “El Dios del Ramen” es meritoria.
“El Dios del Ramen” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
“El Dios del Ramen” convence por su realización y un ritmo bien medido.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. meritoria.