

El hombre del tren
Del tren baja Milan, un hombre solitario, que llega a la ciudad por primera vez. Entra en una farmacia, donde conoce a Manesquier, un profesor de lengua jubilado, Los dos hombres, aunque muy distintos, simpatizan por una simple razón: a cada uno le hubiera gustado llevar la vida del otro. El profesor sueña con ser un aventurero; el aventurero se imagina a sí mismo como un hombre sedentario. Dentro de tres días, Milan tiene que atracar el banco local, y, dentro de tres días, Manesquier tiene que someterse a un triple by-pass. Tienen tres días para conocerse, para creer ilusoriamente que habrían podido llevar una vida distinta.
Comentarios
las interpretaciones sostiene la historia con naturalidad; “El hombre del tren” es interesante.
“El hombre del tren” me ha parecido correcta. Destacaría el elenco y la banda sonora.
“El hombre del tren” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
Sin estridencias, “El hombre del tren” convence por oficio y coherencia.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
El tratamiento de personajes en “El hombre del tren” resulta convincente y humano.
Una propuesta sugerente que respeta al espectador.
“El hombre del tren” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “El hombre del tren” funciona.
La película progresa con sentido y medida; meritoria.
Sin reinventar la propuesta, “El hombre del tren” destaca por su sensibilidad.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la dirección.
Se aprecia cuidado en los detalles; “El hombre del tren” deja poso.
“El hombre del tren” cumple con lo que promete. Especial mención para la banda sonora.
“El hombre del tren” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Me ha parecido una cinta notable, sobria y eficaz en sus objetivos.
He disfrutado de “El hombre del tren”; propuesta cautivadora con una puesta en escena que sostiene el conjunto.
La realización de “El hombre del tren” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Final satisfactorio y bien planteado. “El hombre del tren” es digna.