

El hombre que hacía milagros
Año 90 de la dominación romana en Israel. Jairo llega con su hija enferma Tamar a Séforis, una pequeña población de Galilea. Los médicos no acaban de saber cómo curar su mal, pero la chica se fija en Jesús, un joven carpintero que tendrá una intervención decisiva en su vida.
Comentarios
El tratamiento de personajes en “El hombre que hacía milagros” resulta convincente y humano.
He disfrutado de “El hombre que hacía milagros”; propuesta sugerente con una puesta en escena que sostiene el conjunto.
“El hombre que hacía milagros” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la puesta en escena.
La película progresa con sentido y medida; meritoria.
Me ha parecido una cinta sobria, sobria y eficaz en sus objetivos.
“El hombre que hacía milagros” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Sin reinventar el género, “El hombre que hacía milagros” destaca por su sensibilidad.
“El hombre que hacía milagros” convence por su puesta en escena y un ritmo bien medido.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “El hombre que hacía milagros” resulta meritoria.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. interesante.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
“El hombre que hacía milagros” cumple con lo que promete. Especial mención para el acompañamiento musical.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “El hombre que hacía milagros” es digna.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Final satisfactorio y bien planteado. “El hombre que hacía milagros” es digna.
Me sorprendió gratamente “El hombre que hacía milagros”; el género tratado con respeto y oficio.
“El hombre que hacía milagros” pone en valor la propuesta con solvencia y cuidado.
“El hombre que hacía milagros” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.