

El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot
Calvin Barr es un legendario veterano de guerra estadounidense que, décadas después de servir a su país durante la Segunda Guerra Mundial y asesinar a Adolf Hitler, debe ahora cazar al Bigfoot, una criatura mitológica que vive en los bosques de Canadá.
Comentarios
Una propuesta cautivadora que respeta al espectador.
Sin reinventar el género, “El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” destaca por su sensibilidad.
“El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” me ha parecido estupenda. Destacaría el elenco y el acompañamiento musical.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
La dirección de “El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
“El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” avanza con buen ritmo y ofrece momentos de auténtica emoción.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” funciona.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Narrativa clara y concisa. “El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” se disfruta sin excesos.
Sin estridencias, “El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” convence por oficio y coherencia.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la puesta en escena.
“El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” convence por su dirección y un cadencia bien medido.
Una obra correcta. el elenco funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” es interesante.
Final satisfactorio y bien planteado. “El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” es meritoria.
El tratamiento de personajes en “El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” resulta convincente y humano.
Se aprecia cuidado en los detalles; “El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” deja poso.
Equilibrio entre emoción y contención; “El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” lo consigue.
el reparto sostiene la historia con naturalidad; “El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” es meritoria.
“El Hombre que mató a Hitler y después al Bigfoot” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.