

El jardín de los pecadores: siempre llora, nunca vive (Sensación de dolor remanente)
Los mafiosos violan a una adolescente, Fujino Asagami, en un bar abandonado. Mikiya Kokutō la encuentra inconsciente y la lleva a su apartamento. Cuando Mikiya se despierta a la mañana siguiente, se da cuenta de que Fujino ya se ha ido. Las noticias informan sobre varias víctimas de asesinato desmembradas en un bar abandonado. Más tarde, en Garan no Dou, Tōko habla con Shiki Ryōgi sobre los asesinatos recientes y le pide que capture a un sospechoso para un cliente. Shiki, segura de que reconocerá al sospechoso a la vista, se va sin leer el expediente del sospechoso. Mientras tanto, Mikiya le pide dinero a su amigo Gakutō. Gakutō acepta con la condición de que Mikiya lo ayude a encontrar un amigo en común, Keita Minato.
Comentarios
Una obra cautivadora. el reparto funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
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La puesta en escena de “El jardín de los pecadores: siempre llora, nunca vive (Sensación de dolor remanente)” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Sin reinventar el tono, “El jardín de los pecadores: siempre llora, nunca vive (Sensación de dolor remanente)” destaca por su sensibilidad.
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Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
He disfrutado de “El jardín de los pecadores: siempre llora, nunca vive (Sensación de dolor remanente)”; propuesta sobria con una realización que sostiene el conjunto.
“El jardín de los pecadores: siempre llora, nunca vive (Sensación de dolor remanente)” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Una propuesta sugerente que respeta al espectador.
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Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
El tratamiento de personajes en “El jardín de los pecadores: siempre llora, nunca vive (Sensación de dolor remanente)” resulta convincente y humano.
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