El último acto
El legendario actor Sir Michael Gifford vive recluido en su casa de campo. Desde hace años sufre una enfermedad degenerativa que intenta ocultar al público. En otro tiempo apasionado y mujeriego, Gifford se ha convertido en una persona intratable que se niega a aceptar su condición. Su hija, Sophia, y su antigua amante y ahora ama de llaves, Milly, se desesperan buscando enfermeras. Hasta que aparece Dorottya, una joven cuidadora húngara, que secretamente aspira a convertirse en actriz. A pesar del temperamento de Sir Michael y de la desconfianza de su familia, el amor que ambos comparten por Shakespeare les ayudará a afrontar un último acto.
Comentarios
“El último acto” me ha parecido cautivadora. Destacaría el elenco y la música.
“El último acto” convence por su puesta en escena y un pacing bien medido.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
La puesta en escena de “El último acto” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Sin estridencias, “El último acto” convence por oficio y coherencia.
“El último acto” avanza con buen cadencia y ofrece momentos de auténtica emoción.
Equilibrio entre emoción y contención; “El último acto” lo consigue.
“El último acto” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
Una obra correcta. el reparto funciona y la dirección acompaña con acierto.
El tratamiento de personajes en “El último acto” resulta convincente y humano.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “El último acto” resulta interesante.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “El último acto” funciona.
el elenco sostiene la historia con naturalidad; “El último acto” es recomendable.
Una propuesta estupenda que respeta al espectador.
Se aprecia cuidado en los detalles; “El último acto” deja poso.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Sin reinventar la propuesta, “El último acto” destaca por su sensibilidad.
“El último acto” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Final satisfactorio y bien planteado. “El último acto” es digna.