

El último cazador
Auténticos tramperos como los de antes, tales como David Crockett, Jack London o Jeremiah Jonson, ya no existen en nuestros días. Todavía queda, sin embargo, una última alma que sigue viviendo según la antigua filosofía de los tramperos, conviviendo en armonía con la naturaleza. La ficción creada se basa en la vida de Norman (El Último trampero), tiene 50 años y vive con Kebaska, una india Nehanni. La película nos hace partícipes de la lucha y drama que supone su vida diaria, y también de las aventuras y los peligros en las que sus perros son los principales protagonistas.
Comentarios
Una propuesta correcta que respeta al espectador.
“El último cazador” avanza con buen ritmo y ofrece momentos de auténtica emoción.
“El último cazador” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Se aprecia cuidado en los detalles; “El último cazador” deja poso.
El tratamiento de personajes en “El último cazador” resulta convincente y humano.
las interpretaciones sostiene la historia con naturalidad; “El último cazador” es recomendable.
“El último cazador” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por la propuesta.
La puesta en escena de “El último cazador” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “El último cazador” es recomendable.
Final satisfactorio y bien planteado. “El último cazador” es meritoria.
“El último cazador” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la puesta en escena.
He disfrutado de “El último cazador”; propuesta sugerente con una puesta en escena que sostiene el conjunto.
A nivel técnico, “El último cazador” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Una obra estimable. el reparto funciona y la dirección acompaña con acierto.
Sin reinventar la propuesta, “El último cazador” destaca por su sensibilidad.
Me sorprendió gratamente “El último cazador”; el tono tratado con respeto y oficio.
La película progresa con sentido y medida; meritoria.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.