El penalti más largo del mundo
Fernando es un perdedor. Un tipo gris, sin ambición, que trabaja como reponedor en un supermercado del barrio. En sus ratos libres es portero suplente de un equipo de fútbol de tercera regional. En toda la temporada no ha jugado ni un solo minuto, pero el último domingo de la liga el árbitro señala penalti y el portero titular se lesiona. Fernando tiene que ocupar la portería por primera vez. Si para el penalti, el equipo del barrio se proclamará campeón y subirá de categoría. Si no, todo el esfuerzo de un año no habrá valido para nada.
Comentarios
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la dirección.
“El penalti más largo del mundo” convence por su realización y un cadencia bien medido.
La película progresa con sentido y medida; digna.
El tratamiento de personajes en “El penalti más largo del mundo” resulta convincente y humano.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “El penalti más largo del mundo” es recomendable.
“El penalti más largo del mundo” cumple con lo que promete. Especial mención para el acompañamiento musical.
“El penalti más largo del mundo” me ha parecido sugerente. Destacaría las interpretaciones y la banda sonora.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“El penalti más largo del mundo” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Sin estridencias, “El penalti más largo del mundo” convence por oficio y coherencia.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. recomendable.
Una obra cautivadora. el reparto funciona y la realización acompaña con acierto.
Final satisfactorio y bien planteado. “El penalti más largo del mundo” es meritoria.
“El penalti más largo del mundo” avanza con buen ritmo y ofrece momentos de auténtica emoción.
A nivel técnico, “El penalti más largo del mundo” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
La realización de “El penalti más largo del mundo” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
las interpretaciones sostiene la historia con naturalidad; “El penalti más largo del mundo” es recomendable.
Equilibrio entre emoción y contención; “El penalti más largo del mundo” lo consigue.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Sin reinventar el tono, “El penalti más largo del mundo” destaca por su sensibilidad.