

El verano que vivimos
Año 1998. Isabel, estudiante de periodismo, se ve obligada a realizar sus prácticas en el periódico de una pequeña localidad costera gallega para poder terminar la carrera. Cuando llega, quiere empezar a investigar cuanto antes, para demostrar todo lo que ha aprendido para convertirse en una auténtica periodista. Pero el puesto que le asignan es el último que esperaba: la redacción y gestión de los obituarios que llegan a la redacción. Pero esto, que en un principio puede parecer aburrido, se convierte en la puerta a una investigación que la llevará por diferentes puntos de la geografía española en busca de una historia de amor imposible.
Comentarios
Final satisfactorio y bien planteado. “El verano que vivimos” es recomendable.
A nivel técnico, “El verano que vivimos” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la realización.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Una propuesta sugerente que respeta al espectador.
La dirección de “El verano que vivimos” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Me ha parecido una cinta sugerente, sobria y eficaz en sus objetivos.
Narrativa clara y concisa. “El verano que vivimos” se disfruta sin excesos.
La película progresa con sentido y medida; interesante.
Una obra notable. el elenco funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
He disfrutado de “El verano que vivimos”; propuesta sugerente con una puesta en escena que sostiene el conjunto.
Equilibrio entre emoción y contención; “El verano que vivimos” lo consigue.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“El verano que vivimos” avanza con buen ritmo y ofrece momentos de auténtica emoción.
“El verano que vivimos” me ha parecido impecable. Destacaría el reparto y la música.
“El verano que vivimos” convence por su realización y un cadencia bien medido.
Me sorprendió gratamente “El verano que vivimos”; el tono tratado con respeto y oficio.
“El verano que vivimos” pone en valor el tono con solvencia y cuidado.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “El verano que vivimos” funciona.