

Elizabeth: La edad de oro
Cuenta la historia de una época, la historia de la lucha de una mujer para controlar el amor, aplastar a sus enemigos y consolidarse en el trono de Inglaterra. La reina Isabel I Tudor debe enfrentarse a la traición en el seno de su familia y a sangrientas conspiraciones para arrebatarle el trono. Isabel es consciente de cómo beneficia a la monarquía inglesa el hecho de que el Rey de Inglaterra sea, al mismo tiempo, el jefe supremo de la Iglesia Anglicana, después de haber roto Enrique VIII toda relación con Roma (Acta de Supremacía de 1534). Sin embargo, el poderoso rey español Felipe II está decidido a restaurar el catolicismo en Inglaterra con la ayuda de su ejército y su invicta armada.
Comentarios
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Elizabeth: La edad de oro” es recomendable.
El tratamiento de personajes en “Elizabeth: La edad de oro” resulta convincente y humano.
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Narrativa clara y concisa. “Elizabeth: La edad de oro” se disfruta sin excesos.
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Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. meritoria.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Elizabeth: La edad de oro” resulta interesante.
“Elizabeth: La edad de oro” convence por su realización y un cadencia bien medido.
Sin estridencias, “Elizabeth: La edad de oro” convence por oficio y coherencia.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Elizabeth: La edad de oro” funciona.
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Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
A nivel técnico, “Elizabeth: La edad de oro” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Una propuesta estupenda que respeta al espectador.
La puesta en escena de “Elizabeth: La edad de oro” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
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“Elizabeth: La edad de oro” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.