Eternidad
Shmuel, un judío ortodoxo del estado de Nueva York bloqueado por la prematura muerte de su esposa, lucha por encontrar consuelo religioso mientras se obsesiona en secreto por la forma en que se deteriora el cuerpo. Buscando respuestas, Shmuel comienza una improbable amistad con Albert, un profesor de biología de un colegio, y ambos se embarcan en la oscura y cómica tarea de abordar el inframundo.
Comentarios
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
“Eternidad” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
Una propuesta correcta que respeta al espectador.
“Eternidad” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
Sin reinventar la propuesta, “Eternidad” destaca por su sensibilidad.
La puesta en escena de “Eternidad” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Narrativa clara y concisa. “Eternidad” se disfruta sin excesos.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Eternidad” funciona.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Eternidad” resulta recomendable.
Una obra sobria. el elenco funciona y la dirección acompaña con acierto.
“Eternidad” convence por su realización y un ritmo bien medido.
“Eternidad” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
las interpretaciones sostiene la historia con naturalidad; “Eternidad” es digna.
“Eternidad” cumple con lo que promete. Especial mención para el acompañamiento musical.
Me sorprendió gratamente “Eternidad”; el género tratado con respeto y oficio.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la puesta en escena.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. meritoria.
“Eternidad” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.