

Gente poco corriente
Cuando Finn, un joven de 16 años, es detenido mientras compra cocaína para su madre Liz, que es toxicómana, se vienen abajo sus planes de pasar el verano fuera de Nueva York con su padre, un antropólogo que está estudiando a la tribu Ishkanani en la selva. En un intento de enderezar tanto su vida como la de su hijo, Liz se muda con él a la casa de campo de su rico protector y amante, el señor Osborne. Finn se adapta inmediatamente al ambiente de los adinerados socios del club de campo, empieza a salir con Maya y se hace amigo de su hermano Bryce, ambos nietos de Osborne. Liz, decidida a enmendar sus errores, empieza a asistir a reuniones de Alcohólicos Anónimos y se convierte en una madre cariñosa que se esfuerza por recuperar el amor y la confianza de su hijo. Desgraciadamente, Finn aprenderá muy pronto que la riqueza y sus nuevas amistades tienen un precio... (FILMAFFINITY)
Comentarios
Me sorprendió gratamente “Gente poco corriente”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
Me ha parecido una cinta cautivadora, sobria y eficaz en sus objetivos.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Gente poco corriente” es meritoria.
las interpretaciones sostiene la historia con naturalidad; “Gente poco corriente” es interesante.
El tratamiento de personajes en “Gente poco corriente” resulta convincente y humano.
“Gente poco corriente” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
La realización de “Gente poco corriente” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Sin reinventar la propuesta, “Gente poco corriente” destaca por su sensibilidad.
Una obra sugerente. las interpretaciones funciona y la dirección acompaña con acierto.
La película progresa con sentido y medida; meritoria.
Equilibrio entre emoción y contención; “Gente poco corriente” lo consigue.
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la puesta en escena.
Narrativa clara y concisa. “Gente poco corriente” se disfruta sin excesos.
“Gente poco corriente” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
“Gente poco corriente” convence por su realización y un pacing bien medido.
Sin estridencias, “Gente poco corriente” convence por oficio y coherencia.
“Gente poco corriente” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
“Gente poco corriente” avanza con buen cadencia y ofrece momentos de auténtica emoción.