

Headspace: El rostro del mal
Los problemas de Alex comienzan mientras se encuentra disputando una partida de ajedrez con su amigo Harry, un enigmático artista y destacado maestro de ajedrez. Misteriosamente, el intelecto de Alex comienza a desarrollarse. Los recuerdos latentes que su memoria decidió suprimir regresan a su cabeza –un violento pasado, un hermano mayor desaparecido, un padre que los abandonó, una madre cruelmente asesinada– y sus mayores pesadillas comienzan a acecharlo mientras está despierto... (FILMAFFINITY)
Comentarios
Sin reinventar el tono, “Headspace: El rostro del mal” destaca por su sensibilidad.
Me ha parecido una cinta sobria, sobria y eficaz en sus objetivos.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“Headspace: El rostro del mal” cumple con lo que promete. Especial mención para el acompañamiento musical.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Headspace: El rostro del mal” deja poso.
La realización de “Headspace: El rostro del mal” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Final satisfactorio y bien planteado. “Headspace: El rostro del mal” es meritoria.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Me sorprendió gratamente “Headspace: El rostro del mal”; el género tratado con respeto y oficio.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
“Headspace: El rostro del mal” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por la propuesta.
A nivel técnico, “Headspace: El rostro del mal” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
“Headspace: El rostro del mal” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
el elenco sostiene la historia con naturalidad; “Headspace: El rostro del mal” es digna.
El tratamiento de personajes en “Headspace: El rostro del mal” resulta convincente y humano.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Headspace: El rostro del mal” funciona.
Narrativa clara y concisa. “Headspace: El rostro del mal” se disfruta sin excesos.
“Headspace: El rostro del mal” pone en valor la propuesta con solvencia y cuidado.
Sin estridencias, “Headspace: El rostro del mal” convence por oficio y coherencia.