

Hijos de la gloria
Budapest, 1956. Una joven estrella de waterpolo, Karcsi, se ve involucrado en la revolución anti-soviética que se cuece en las calles de Hungría. En un principio, le motiva la aventura, pero la joven y apasionada Viki capta su atención, consiguiendo que Karcsi se adentre con ella en el corazón de la revuelta.
Poco después, tras la retirada de los rusos, la revolución parece haber logrado sus objetivos. Karcsi vuelve a su equipo de waterpolo para jugar en las olimpiadas de Melbourne, sin saber que las fuerzas rusas retornan en su empeño de apoderarse de las calles húngaras... Serán Karcsi y sus compañeros quienes demostrarán al mundo que su pequeña nación no será vencida fácilmente.
Comentarios
“Hijos de la gloria” cumple con lo que promete. Especial mención para el acompañamiento musical.
He disfrutado de “Hijos de la gloria”; propuesta correcta con una realización que sostiene el conjunto.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Final satisfactorio y bien planteado. “Hijos de la gloria” es recomendable.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Sin estridencias, “Hijos de la gloria” convence por oficio y coherencia.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Hijos de la gloria” funciona.
Me ha parecido una cinta notable, sobria y eficaz en sus objetivos.
La película progresa con sentido y medida; interesante.
A nivel técnico, “Hijos de la gloria” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Equilibrio entre emoción y contención; “Hijos de la gloria” lo consigue.
“Hijos de la gloria” convence por su realización y un cadencia bien medido.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Hijos de la gloria” es digna.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. meritoria.
“Hijos de la gloria” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
“Hijos de la gloria” me ha parecido correcta. Destacaría el elenco y la banda sonora.
“Hijos de la gloria” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
La dirección de “Hijos de la gloria” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Sin reinventar el género, “Hijos de la gloria” destaca por su sensibilidad.