I Love Miami (Dios o demonio)
El líder cubano Fidel Castro se siente honrado cuando llega a Miami y experimenta Estados Unidos desde la perspectiva única de un típico cubanoamericano en el inteligente drama de choque cultural del productor convertido en director Alejandro González Padilla.
Comentarios
Final satisfactorio y bien planteado. “I Love Miami (Dios o demonio)” es meritoria.
“I Love Miami (Dios o demonio)” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Equilibrio entre emoción y contención; “I Love Miami (Dios o demonio)” lo consigue.
Me ha parecido una cinta sobria, sobria y eficaz en sus objetivos.
Me sorprendió gratamente “I Love Miami (Dios o demonio)”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
La película progresa con sentido y medida; digna.
Una obra correcta. el elenco funciona y la realización acompaña con acierto.
Narrativa clara y concisa. “I Love Miami (Dios o demonio)” se disfruta sin excesos.
“I Love Miami (Dios o demonio)” pone en valor el género con solvencia y cuidado.
Sin reinventar el género, “I Love Miami (Dios o demonio)” destaca por su sensibilidad.
El tratamiento de personajes en “I Love Miami (Dios o demonio)” resulta convincente y humano.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
“I Love Miami (Dios o demonio)” avanza con buen cadencia y ofrece momentos de auténtica emoción.
“I Love Miami (Dios o demonio)” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
“I Love Miami (Dios o demonio)” me ha parecido estimable. Destacaría las interpretaciones y el acompañamiento musical.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la realización.
“I Love Miami (Dios o demonio)” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
La dirección de “I Love Miami (Dios o demonio)” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Se aprecia cuidado en los detalles; “I Love Miami (Dios o demonio)” deja poso.
Sin estridencias, “I Love Miami (Dios o demonio)” convence por oficio y coherencia.