

Jugando para la mafia
¿Qué sucede cuando se combina "Uno de los nuestros" con el baloncesto universitario? Pues que surge "Jugando para la mafia", la historia de cómo el mafioso Henry Hill -interpretado por Ray Liotta en el clásico de Martin Scorsese de 1990- amañó partidos de la Liga Universitaria de Baloncesto durante la temporada 1978/79.
Los detalles de ese escándalo se revelan por primera vez en este filme a través del testimonio de los jugadores, los investigadores federales y los encargados de manejar los hilos del amaño, incluyendo al propio Hill, que murió poco después de ser entrevistado. Así, "Jugando para la mafia" muestra una historia de codicia, traición y ajuste de cuentas, igual que la película de Scorsese. En última instancia, ambas comparten el mismo mensaje: Con tanto dinero en juego, no se puede confiar en nadie.
Comentarios
“Jugando para la mafia” pone en valor el género con solvencia y cuidado.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Jugando para la mafia” deja poso.
La película progresa con sentido y medida; recomendable.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. digna.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la realización.
A nivel técnico, “Jugando para la mafia” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Narrativa clara y concisa. “Jugando para la mafia” se disfruta sin excesos.
La puesta en escena de “Jugando para la mafia” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Jugando para la mafia” es recomendable.
Me ha parecido una cinta notable, sobria y eficaz en sus objetivos.
“Jugando para la mafia” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
Equilibrio entre emoción y contención; “Jugando para la mafia” lo consigue.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
“Jugando para la mafia” me ha parecido estupenda. Destacaría el reparto y la banda sonora.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
“Jugando para la mafia” avanza con buen cadencia y ofrece momentos de auténtica emoción.
“Jugando para la mafia” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Me sorprendió gratamente “Jugando para la mafia”; la propuesta tratado con respeto y oficio.