

L.I.E.
La Autopista de Long Island (L.I.E.), la carretera que atraviesa la zona suburbana de Long Island con sus "calles moviéndose al este, calles moviéndose al oeste, y las calles que te llevan directamente al infierno" sirve como la metáfora central de esta reflexión sobre la adolescencia y su vulnerabilidad. Howie Blitzer (Paul Franklin Dano) es un chico de quince años sensible y miembro de una pandilla muy peculiar y peligrosa. La reciente muerte de su madre (en un accidente de coche en la salida 52 de L.I.E.) y la indiferencia de su padre (Bruce Altman), le hacen sentirse abandonado en medio de un mundo lleno de sexo, violencia, y peligro. Cuando su mejor amigo Gary (Billy Kay) le convence para robar la casa de su "particular" vecino, Big John, de 60 años (Brian Cox), el escaso equilibrio de su naturaleza adolescente desaparece por completo...
Comentarios
Una propuesta notable que respeta al espectador.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Me ha parecido una cinta impecable, sobria y eficaz en sus objetivos.
La película progresa con sentido y medida; interesante.
Se aprecia cuidado en los detalles; “L.I.E.” deja poso.
“L.I.E.” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
“L.I.E.” convence por su dirección y un pacing bien medido.
el reparto sostiene la historia con naturalidad; “L.I.E.” es digna.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “L.I.E.” funciona.
“L.I.E.” cumple con lo que promete. Especial mención para el acompañamiento musical.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “L.I.E.” resulta recomendable.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Narrativa clara y concisa. “L.I.E.” se disfruta sin excesos.
A nivel técnico, “L.I.E.” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
“L.I.E.” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
El tratamiento de personajes en “L.I.E.” resulta convincente y humano.
Sin estridencias, “L.I.E.” convence por oficio y coherencia.
“L.I.E.” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
La dirección de “L.I.E.” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.