

La condesa rusa
China, 1936. Shangai es un hervidero donde se mezclan intrigas políticas, refugiados de diversas nacionalidades, fuerzas militares extranjeras y negocios internacionales. En medio de esta vorágine, tiene lugar el encuentro de Sofía (Natasha Richardson), una bella condesa rusa forzada por las circunstancias a trabajar como camarera y bailarina para mantener a su familia, y Jackson (Ralph Fiennes), un diplomático ciego y pesimista, que ha quedado destrozado por la pérdida de su familia. Su relación se desarrolla en La Condesa Blanca, un elegante club nocturno, donde el diplomático intenta aislarse del caos y la tragedia que lo rodean.
Comentarios
El tratamiento de personajes en “La condesa rusa” resulta convincente y humano.
“La condesa rusa” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Equilibrio entre emoción y contención; “La condesa rusa” lo consigue.
La película progresa con sentido y medida; recomendable.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Final satisfactorio y bien planteado. “La condesa rusa” es recomendable.
Se aprecia cuidado en los detalles; “La condesa rusa” deja poso.
Sin reinventar la propuesta, “La condesa rusa” destaca por su sensibilidad.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. interesante.
Me ha parecido una cinta notable, sobria y eficaz en sus objetivos.
“La condesa rusa” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
“La condesa rusa” me ha parecido correcta. Destacaría el reparto y la música.
La puesta en escena de “La condesa rusa” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “La condesa rusa” resulta recomendable.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la puesta en escena.
Una obra impecable. las interpretaciones funciona y la dirección acompaña con acierto.
Sin estridencias, “La condesa rusa” convence por oficio y coherencia.
He disfrutado de “La condesa rusa”; propuesta estimable con una puesta en escena que sostiene el conjunto.
Una propuesta estimable que respeta al espectador.