La doble vida del faquir
La doble vida del faquir regresa al escenario de un colegio de Sant Julià de Vilatorta donde, en el año 1937, en plena guerra civil, un cineasta en la clandestinidad y niños huérfanos disfrazados de sultanes y exploradores rodaron una exótica película de aventuras. Sus protagonistas reviven aquellos días de la infancia en los que pudieron cambiar las batas por turbantes orientales mientras la realidad imponía su propio baile de disfraces con uniformes militares y curas vestidos de paisano.
Comentarios
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. interesante.
“La doble vida del faquir” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “La doble vida del faquir” es meritoria.
Una propuesta estimable que respeta al espectador.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “La doble vida del faquir” resulta interesante.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Me sorprendió gratamente “La doble vida del faquir”; el género tratado con respeto y oficio.
El tratamiento de personajes en “La doble vida del faquir” resulta convincente y humano.
“La doble vida del faquir” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Sin reinventar la propuesta, “La doble vida del faquir” destaca por su sensibilidad.
“La doble vida del faquir” pone en valor la propuesta con solvencia y cuidado.
La puesta en escena de “La doble vida del faquir” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
“La doble vida del faquir” me ha parecido correcta. Destacaría el reparto y el acompañamiento musical.
Sin estridencias, “La doble vida del faquir” convence por oficio y coherencia.
“La doble vida del faquir” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
He disfrutado de “La doble vida del faquir”; propuesta estupenda con una puesta en escena que sostiene el conjunto.
Equilibrio entre emoción y contención; “La doble vida del faquir” lo consigue.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la puesta en escena.
A nivel técnico, “La doble vida del faquir” es sólida; a nivel emocional, efectiva.