

La mentira de las bombillas de bajo consumo
Con la llegada al mercado de las bombillas de bajo consumo se logró reducir el gasto de energía pero no la contaminación. Cuando estas bombillas se rompen y sus gases son inhalados, su contenido en mercurio supone un peligro para la salud.
Comentarios
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Sin reinventar la propuesta, “La mentira de las bombillas de bajo consumo” destaca por su sensibilidad.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “La mentira de las bombillas de bajo consumo” resulta interesante.
“La mentira de las bombillas de bajo consumo” me ha parecido estupenda. Destacaría el elenco y la música.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“La mentira de las bombillas de bajo consumo” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
“La mentira de las bombillas de bajo consumo” cumple con lo que promete. Especial mención para la banda sonora.
“La mentira de las bombillas de bajo consumo” avanza con buen ritmo y ofrece momentos de auténtica emoción.
Sin estridencias, “La mentira de las bombillas de bajo consumo” convence por oficio y coherencia.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Se aprecia cuidado en los detalles; “La mentira de las bombillas de bajo consumo” deja poso.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “La mentira de las bombillas de bajo consumo” es meritoria.
Narrativa clara y concisa. “La mentira de las bombillas de bajo consumo” se disfruta sin excesos.
el reparto sostiene la historia con naturalidad; “La mentira de las bombillas de bajo consumo” es meritoria.
Equilibrio entre emoción y contención; “La mentira de las bombillas de bajo consumo” lo consigue.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Final satisfactorio y bien planteado. “La mentira de las bombillas de bajo consumo” es digna.
“La mentira de las bombillas de bajo consumo” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
“La mentira de las bombillas de bajo consumo” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “La mentira de las bombillas de bajo consumo” funciona.