

La pintora y el ladrón
Cuando dos cuadros de la pintora naturalista checa Barbora Kysilkova, son robados de una galería de arte en Oslo, las autoridades noruegas identifican rápidamente a los dos ladrones responsables, pero no encuentran ni rastro de las obras de arte. Con la esperanza de descubrir qué ha sucedido, Barbora se acerca a uno de los ladrones, Karl-Bertil Nordland, durante una audiencia. Le pregunta si está dispuesto a que realice un retrato sobre él, y Nordland acepta. Lo que viene después (una serie de retratos a lo largo de los años) es una extraordinaria historia sobre la conexión humana y la amistad.
Comentarios
Se aprecia cuidado en los detalles; “La pintora y el ladrón” deja poso.
“La pintora y el ladrón” cumple con lo que promete. Especial mención para la banda sonora.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la dirección.
el elenco sostiene la historia con naturalidad; “La pintora y el ladrón” es digna.
“La pintora y el ladrón” avanza con buen cadencia y ofrece momentos de auténtica emoción.
Me ha parecido una cinta estimable, sobria y eficaz en sus objetivos.
Sin reinventar el género, “La pintora y el ladrón” destaca por su sensibilidad.
La película progresa con sentido y medida; meritoria.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “La pintora y el ladrón” es meritoria.
La dirección de “La pintora y el ladrón” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
“La pintora y el ladrón” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
A nivel técnico, “La pintora y el ladrón” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Una propuesta estupenda que respeta al espectador.
El tratamiento de personajes en “La pintora y el ladrón” resulta convincente y humano.
Sin estridencias, “La pintora y el ladrón” convence por oficio y coherencia.
“La pintora y el ladrón” convence por su realización y un cadencia bien medido.
He disfrutado de “La pintora y el ladrón”; propuesta sugerente con una dirección que sostiene el conjunto.
Equilibrio entre emoción y contención; “La pintora y el ladrón” lo consigue.