La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual
Los habitantes de una pequeña ciudad se congregan en la plaza donde se ahorcará a un cuatrero. Esto sólo forma parte de una película que se está rodando. Entre los miembros del equipo se encuentra un médico enfermo de cáncer, quien ha perdido la esperanza de curarse y se prepara para la muerte...
Comentarios
Una obra estimable. el reparto funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
La dirección de “La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
“La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual” convence por su dirección y un pacing bien medido.
“La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual” es digna.
Se aprecia cuidado en los detalles; “La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual” deja poso.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual” resulta digna.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. interesante.
He disfrutado de “La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual”; propuesta sugerente con una dirección que sostiene el conjunto.
Final satisfactorio y bien planteado. “La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual” es recomendable.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
A nivel técnico, “La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Me ha parecido una cinta estupenda, sobria y eficaz en sus objetivos.
el elenco sostiene la historia con naturalidad; “La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual” es interesante.
“La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
“La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
Narrativa clara y concisa. “La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual” se disfruta sin excesos.
Sin estridencias, “La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual” convence por oficio y coherencia.
Equilibrio entre emoción y contención; “La vida, una enfermedad mortal de transmisión sexual” lo consigue.