

Laberinto envenenado
Una adaptación contemporánea de Otelo ambientada en una elitista escuela privada. Odin James (Mekhi Phifer), una promesa del baloncesto, es el único estudiante negro de la escuela. Odin es el sueño de cualquier ojeador de baloncesto, pues tiene el talento y el aplomo necesario para saltar directamente del instituto al deporte profesional. Odin no sólo goza de una gran popularidad entre sus compañeros, sino que además está saliendo con Desi Brable (Julia Stiles), la bella hija del Decano de la Palmetto Grove Academy. Hugo Goulding (Josh Hartnett), el hijo del decano, siente una envida tan grande por Odin que hará todo lo posible por hacer nacer en él el monstruo de los celos.
Comentarios
Una propuesta sobria que respeta al espectador.
Sin estridencias, “Laberinto envenenado” convence por oficio y coherencia.
Una obra sobria. el elenco funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
“Laberinto envenenado” pone en valor el tono con solvencia y cuidado.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Me sorprendió gratamente “Laberinto envenenado”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
Me ha parecido una cinta impecable, sobria y eficaz en sus objetivos.
Narrativa clara y concisa. “Laberinto envenenado” se disfruta sin excesos.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
A nivel técnico, “Laberinto envenenado” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
“Laberinto envenenado” cumple con lo que promete. Especial mención para la banda sonora.
Equilibrio entre emoción y contención; “Laberinto envenenado” lo consigue.
las interpretaciones sostiene la historia con naturalidad; “Laberinto envenenado” es recomendable.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Laberinto envenenado” es recomendable.
He disfrutado de “Laberinto envenenado”; propuesta correcta con una puesta en escena que sostiene el conjunto.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Laberinto envenenado” resulta meritoria.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Laberinto envenenado” funciona.
“Laberinto envenenado” convence por su dirección y un pacing bien medido.
“Laberinto envenenado” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.