

Los chicos de la lluvia
Para los Pyross, que eran adoradores del sol y dependían de él, el agua significaba muerte y desolación: les quemaba. La estación lluviosa también suponía la agitación de los dragones. Los monstruos se acercaban furtivamente a sus cuevas en Orfalaise e incluso mataban a algunos de ellos. Cada día esperaban los signos de la estación seca. Cuando el sol regresaba, los Pyross se embarcaban en una cruzada a través del desierto en busca de la gente que ellos consideran responsables de su mal: Los Hydross. Si ellos pudieran destruirles, el mundo sería mejor, un mundo sin dragones. Para los Hydross, el ciclo era opuesto: el calor del sol les convierte en estatuas, transformando sus cuerpos en piedra y dejandoles a merced de sus enemigos. Solo los beneficiosos efectos del agua podrían devolverles a la vida... La guerra entre los Pyross y los Hydross continuaba hasta el día en que Skän, un joven guerrero Pyross que había ido a una cruzada en el lejano desierto, fijó sus ojos en Kallisto.
Comentarios
las interpretaciones sostiene la historia con naturalidad; “Los chicos de la lluvia” es digna.
Una propuesta sugerente que respeta al espectador.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
La dirección de “Los chicos de la lluvia” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Sin reinventar el género, “Los chicos de la lluvia” destaca por su sensibilidad.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
La película progresa con sentido y medida; digna.
“Los chicos de la lluvia” convence por su dirección y un pacing bien medido.
El tratamiento de personajes en “Los chicos de la lluvia” resulta convincente y humano.
Me sorprendió gratamente “Los chicos de la lluvia”; el tono tratado con respeto y oficio.
Equilibrio entre emoción y contención; “Los chicos de la lluvia” lo consigue.
He disfrutado de “Los chicos de la lluvia”; propuesta cautivadora con una puesta en escena que sostiene el conjunto.
“Los chicos de la lluvia” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la dirección.
Sin estridencias, “Los chicos de la lluvia” convence por oficio y coherencia.
“Los chicos de la lluvia” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
“Los chicos de la lluvia” cumple con lo que promete. Especial mención para la banda sonora.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Me ha parecido una cinta estimable, sobria y eficaz en sus objetivos.