

Måste gitt
Metin tiene 25 años y vive en un suburbio de Estocolmo según sus propias reglas. Él es diferente. Él ve y siente más que otras personas y, lo que es más, tiene un don para convertir eso en palabras. Él escribe un diario donde relata todo lo que experimenta. Lo que ve, a dónde va y con quién se encuentra se documenta con gran detalle. Hace buena literatura, pero si terminara en manos de la policía, la mitad de los lugareños acabarían en la cárcel. Si terminaba en manos equivocadas, a Metin no le iría bien. ¿Y qué pasa si termina en manos de un editor? Cuando el diario desaparece un día, la vida de Metin se pone patas arriba. Un sorprendente retrato de un hombre que vive entre dos mundos. Una película inspirada en eventos reales.
Comentarios
La realización de “Måste gitt” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
“Måste gitt” cumple con lo que promete. Especial mención para el acompañamiento musical.
Equilibrio entre emoción y contención; “Måste gitt” lo consigue.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Måste gitt” deja poso.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Me ha parecido una cinta sobria, sobria y eficaz en sus objetivos.
A nivel técnico, “Måste gitt” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
“Måste gitt” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
“Måste gitt” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
“Måste gitt” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
“Måste gitt” pone en valor la propuesta con solvencia y cuidado.
“Måste gitt” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
Me sorprendió gratamente “Måste gitt”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la puesta en escena.
“Måste gitt” me ha parecido correcta. Destacaría las interpretaciones y la banda sonora.
el elenco sostiene la historia con naturalidad; “Måste gitt” es digna.
El tratamiento de personajes en “Måste gitt” resulta convincente y humano.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Måste gitt” resulta meritoria.
“Måste gitt” convence por su puesta en escena y un pacing bien medido.