

Negocios sucios
Elmo McElroy, un químico estadounidense, viaja a Inglaterra para llevar a cabo su último gran negocio: introducir una nueva droga de diseño en el mercado europeo.
Comentarios
La realización de “Negocios sucios” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
“Negocios sucios” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
A nivel técnico, “Negocios sucios” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
El tratamiento de personajes en “Negocios sucios” resulta convincente y humano.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Negocios sucios” resulta meritoria.
Equilibrio entre emoción y contención; “Negocios sucios” lo consigue.
“Negocios sucios” convence por su dirección y un pacing bien medido.
Narrativa clara y concisa. “Negocios sucios” se disfruta sin excesos.
“Negocios sucios” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
Me sorprendió gratamente “Negocios sucios”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
He disfrutado de “Negocios sucios”; propuesta sobria con una puesta en escena que sostiene el conjunto.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la realización.
Una propuesta estupenda que respeta al espectador.
“Negocios sucios” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Una obra cautivadora. las interpretaciones funciona y la dirección acompaña con acierto.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Negocios sucios” funciona.
“Negocios sucios” avanza con buen ritmo y ofrece momentos de auténtica emoción.