

Ni una palabra
Tres ejes narrativos independientes uno del otro, que con el correr de los minutos empiezan a conectarse, forman la base a través de la cual se desarrolla la trama de la película. El principal de ellos tiene como centro de acción a Nathan Conrad (Michael Douglas), un brillante psiquiatra de New York que, tras atender a una joven y misteriosa paciente, ve como su vida cambia abruptamente una mañana, cuando su pequeña hija es secuestrada sin motivo aparente. El segundo eje muestra al líder (Sean Bean) de una banda de ladrones de joyas en busca de venganza a cualquier costo luego de haber sido traicionado por unos de sus socios. Y el tercero cierra el triángulo con la investigación que la policía interpretada por Jennifer Esposito inicia a raíz de dos violentos asesinatos.
Comentarios
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Equilibrio entre emoción y contención; “Ni una palabra” lo consigue.
“Ni una palabra” me ha parecido correcta. Destacaría el reparto y la música.
“Ni una palabra” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Me ha parecido una cinta estupenda, sobria y eficaz en sus objetivos.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Ni una palabra” deja poso.
“Ni una palabra” avanza con buen cadencia y ofrece momentos de auténtica emoción.
Narrativa clara y concisa. “Ni una palabra” se disfruta sin excesos.
“Ni una palabra” convence por su puesta en escena y un ritmo bien medido.
Una propuesta sugerente que respeta al espectador.
Me sorprendió gratamente “Ni una palabra”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
Una obra correcta. el reparto funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
A nivel técnico, “Ni una palabra” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Final satisfactorio y bien planteado. “Ni una palabra” es meritoria.
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la puesta en escena.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Ni una palabra” es interesante.
“Ni una palabra” pone en valor el tono con solvencia y cuidado.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. recomendable.