

Otto, el rinoceronte
Topper es un niño de diez años de desbordante imaginación, a quien sus compañeros de clase creen un mentiroso por las peripecias que cuenta sobre su padre, marinero que vive lejos de casa surcando los siete mares. Un día Topper se encuentra con un curioso lápiz con el que dibuja un rinoceronte en la pared del salón de su casa. Y no sabe hasta qué punto se está buscando un problema: el rinoceronte (llamado Otto) cobrará vida y Topper se verá en el brete de tener que lidiar con él junto con su amigo Viggo y Cilla, su amor secreto.
Comentarios
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Otto, el rinoceronte” funciona.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Otto, el rinoceronte” es recomendable.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Equilibrio entre emoción y contención; “Otto, el rinoceronte” lo consigue.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“Otto, el rinoceronte” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Otto, el rinoceronte” deja poso.
“Otto, el rinoceronte” convence por su puesta en escena y un ritmo bien medido.
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la dirección.
“Otto, el rinoceronte” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por la propuesta.
El tratamiento de personajes en “Otto, el rinoceronte” resulta convincente y humano.
el reparto sostiene la historia con naturalidad; “Otto, el rinoceronte” es interesante.
“Otto, el rinoceronte” avanza con buen ritmo y ofrece momentos de auténtica emoción.
Final satisfactorio y bien planteado. “Otto, el rinoceronte” es interesante.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. interesante.
A nivel técnico, “Otto, el rinoceronte” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Me sorprendió gratamente “Otto, el rinoceronte”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
Sin reinventar la propuesta, “Otto, el rinoceronte” destaca por su sensibilidad.
La realización de “Otto, el rinoceronte” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
“Otto, el rinoceronte” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.