Para que no me olvides
Irene (Vilarasau) vive con Mateo (Fernán-Gómez), su padre, y con su hijo David (Coma), un chico de 22 años. La convivencia es armoniosa y feliz, pero surge un conflicto: David, que es un brillante estudiante de arquitectura, ha decidido irse a vivir con su novia (Etura), una cajera de hipermercado. Pese a su talante liberal, Irene no logra entender una relación tan dispar, pero David cuenta con el apoyo de su abuelo. Mateo es un octogenario vitalista a pesar de que durante la Guerra Civil (1936-1939) perdió su casa y a parte de su familia. (FILMAFFINITY)
Comentarios
A nivel técnico, “Para que no me olvides” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Para que no me olvides” deja poso.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
“Para que no me olvides” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Una propuesta sobria que respeta al espectador.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Final satisfactorio y bien planteado. “Para que no me olvides” es digna.
Una obra cautivadora. el elenco funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
La película progresa con sentido y medida; interesante.
Narrativa clara y concisa. “Para que no me olvides” se disfruta sin excesos.
Sin reinventar el tono, “Para que no me olvides” destaca por su sensibilidad.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“Para que no me olvides” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Para que no me olvides” funciona.
“Para que no me olvides” convence por su realización y un cadencia bien medido.
El tratamiento de personajes en “Para que no me olvides” resulta convincente y humano.
“Para que no me olvides” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
“Para que no me olvides” me ha parecido correcta. Destacaría las interpretaciones y el acompañamiento musical.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. recomendable.
La puesta en escena de “Para que no me olvides” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.