

Pero, ¿de qué van mis padres?
Un matrimonio de científicos se transforman en adolescentes a través de una máquina del tiempo, llegando a tener la edad de sus hijos, quienes se sienten muy avergonzados de su actitud.
Comentarios
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
La dirección de “Pero, ¿de qué van mis padres?” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Equilibrio entre emoción y contención; “Pero, ¿de qué van mis padres?” lo consigue.
“Pero, ¿de qué van mis padres?” avanza con buen ritmo y ofrece momentos de auténtica emoción.
La película progresa con sentido y medida; interesante.
He disfrutado de “Pero, ¿de qué van mis padres?”; propuesta notable con una puesta en escena que sostiene el conjunto.
“Pero, ¿de qué van mis padres?” convence por su realización y un ritmo bien medido.
Sin estridencias, “Pero, ¿de qué van mis padres?” convence por oficio y coherencia.
Una obra correcta. el elenco funciona y la realización acompaña con acierto.
Una propuesta estupenda que respeta al espectador.
Narrativa clara y concisa. “Pero, ¿de qué van mis padres?” se disfruta sin excesos.
“Pero, ¿de qué van mis padres?” me ha parecido impecable. Destacaría las interpretaciones y la música.
“Pero, ¿de qué van mis padres?” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
el reparto sostiene la historia con naturalidad; “Pero, ¿de qué van mis padres?” es meritoria.
“Pero, ¿de qué van mis padres?” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Pero, ¿de qué van mis padres?” es interesante.
“Pero, ¿de qué van mis padres?” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Pero, ¿de qué van mis padres?” resulta interesante.
El tratamiento de personajes en “Pero, ¿de qué van mis padres?” resulta convincente y humano.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la realización.