

Potiche, mujeres al poder
En los años setenta, una rica burguesa, después de una huelga, se tiene que hacer cargo de la fábrica familiar. Robert Pujol, su marido, dirigía su fábrica de paraguas con mano de hierro; trataba a sus empleados del mismo modo despótico que a su esposa Suzanne y a sus hijos
Comentarios
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