

Princesa Arete
Confinada en la torre del castillo por su padre, la princesa Arete pasa sus días mirando al mundo exterior por su ventana, observando a la gente en su trabajo. Los caballeros del reino compiten entre ellos para conseguir unos objetos mágicos, hechos por una raza de hechiceros ya desaparecidos, y poder casarse con la princesa y gobernar la tierra. Arete no quiere nada de esto. Ella desea conocer a los habitantes del pueblo y viajar a tierras exóticas que ha visto en los libros que oculta bajo su cama. Un día, el hechicero Boax llega en una increíble máquina de vuelo y le pide matrimonio para así poder convertirla en una princesa digna.
Comentarios
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“Princesa Arete” cumple con lo que promete. Especial mención para la banda sonora.
“Princesa Arete” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Princesa Arete” deja poso.
La realización de “Princesa Arete” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la realización.
He disfrutado de “Princesa Arete”; propuesta impecable con una dirección que sostiene el conjunto.
Me sorprendió gratamente “Princesa Arete”; el tono tratado con respeto y oficio.
el elenco sostiene la historia con naturalidad; “Princesa Arete” es interesante.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Princesa Arete” funciona.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. meritoria.
El tratamiento de personajes en “Princesa Arete” resulta convincente y humano.
“Princesa Arete” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Me ha parecido una cinta impecable, sobria y eficaz en sus objetivos.
“Princesa Arete” avanza con buen ritmo y ofrece momentos de auténtica emoción.
Una obra cautivadora. el elenco funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Narrativa clara y concisa. “Princesa Arete” se disfruta sin excesos.
“Princesa Arete” me ha parecido correcta. Destacaría el elenco y la música.
“Princesa Arete” pone en valor el tono con solvencia y cuidado.