Puerta con puerta
Parker es un escritor que, tras perder su empleo en un periódico, trabaja como vidente en una línea telefónica para poder sobrevivir. Para colmo de males pierde también su apartamento y tiene que encontrar un nuevo lugar donde vivir. Como el dinero no le sobra, deberá compartir apartamento, aunque encontrar la compañía adecuada no parece fácil. Afortunadamente conocerá a Samantha, una artista que sólo comparte piso con hombres gays. A Parker no le quedará más remedio que fingir que lo es para no perder la oportunidad que se le presenta: vivir en un maravilloso ático con una deliciosa mujer.
Comentarios
“Puerta con puerta” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Puerta con puerta” resulta recomendable.
Final satisfactorio y bien planteado. “Puerta con puerta” es digna.
“Puerta con puerta” pone en valor la propuesta con solvencia y cuidado.
Sin estridencias, “Puerta con puerta” convence por oficio y coherencia.
Una obra estupenda. el elenco funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
“Puerta con puerta” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
Me sorprendió gratamente “Puerta con puerta”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Puerta con puerta” es digna.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
el elenco sostiene la historia con naturalidad; “Puerta con puerta” es interesante.
“Puerta con puerta” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
He disfrutado de “Puerta con puerta”; propuesta sugerente con una dirección que sostiene el conjunto.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Puerta con puerta” funciona.
El tratamiento de personajes en “Puerta con puerta” resulta convincente y humano.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. interesante.
“Puerta con puerta” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
La puesta en escena de “Puerta con puerta” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la dirección.
Equilibrio entre emoción y contención; “Puerta con puerta” lo consigue.