

Rudy, el cerdito de carreras
Hasta ahora, Nickel (Maurice Teichert) y su padre soltero Thomas (Sebastian Koch) han tenido una excelente relación, pero cuando Nickel vuelve de una excursión con el cerdito Rudy metido en la mochila, todo se complica. Para colmo, papá tiene una novia, madre (Sophie Von Kessel) y, lo que es peor: ella y su hija Felicitas (Sina Richardt) se instalan a vivir en su casa. Nickel hace un trato con su padre: si ellas se quedan, Rudy también. Pero el travieso cerdito siembra el caos y provoca constantes peleas en la familia.
Comentarios
Equilibrio entre emoción y contención; “Rudy, el cerdito de carreras” lo consigue.
Me sorprendió gratamente “Rudy, el cerdito de carreras”; el tono tratado con respeto y oficio.
“Rudy, el cerdito de carreras” cumple con lo que promete. Especial mención para el acompañamiento musical.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Rudy, el cerdito de carreras” es digna.
La realización de “Rudy, el cerdito de carreras” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
El tratamiento de personajes en “Rudy, el cerdito de carreras” resulta convincente y humano.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“Rudy, el cerdito de carreras” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
La película progresa con sentido y medida; interesante.
“Rudy, el cerdito de carreras” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
“Rudy, el cerdito de carreras” convence por su realización y un ritmo bien medido.
Sin estridencias, “Rudy, el cerdito de carreras” convence por oficio y coherencia.
Una propuesta sugerente que respeta al espectador.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
“Rudy, el cerdito de carreras” me ha parecido estimable. Destacaría las interpretaciones y la música.
Sin reinventar el tono, “Rudy, el cerdito de carreras” destaca por su sensibilidad.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Rudy, el cerdito de carreras” deja poso.
He disfrutado de “Rudy, el cerdito de carreras”; propuesta notable con una dirección que sostiene el conjunto.
Una obra cautivadora. el reparto funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
Narrativa clara y concisa. “Rudy, el cerdito de carreras” se disfruta sin excesos.