Rue des plaisirs
Corren los años 40 cuando Petit Louis, el "manitas" de "Le Palais Oriental", una casa de citas que está a punto de cerrar, busca un hombre que haga feliz a Marion, una bella prostituta que trabaja con él y de la que está perdidamente enamorado, pues es consciente de que él nunca podrá atraer y tener a una mujer tan llamativa y atractiva. Pero la tarea no es nada fácil; Marion es una chica muy particular, y no se conforma con cualquier cosa. Entonces, cuando ya está a punto de desistir, conocen a Dimitri Josco, quien parece que puede ser al fin el candidato defintivo, pero con Marion nunca se sabe... y con el pasado de Dimitri, tampoco.
Comentarios
Me ha parecido una cinta impecable, sobria y eficaz en sus objetivos.
“Rue des plaisirs” cumple con lo que promete. Especial mención para la banda sonora.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Rue des plaisirs” funciona.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
“Rue des plaisirs” convence por su realización y un pacing bien medido.
El tratamiento de personajes en “Rue des plaisirs” resulta convincente y humano.
He disfrutado de “Rue des plaisirs”; propuesta cautivadora con una puesta en escena que sostiene el conjunto.
La puesta en escena de “Rue des plaisirs” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
el reparto sostiene la historia con naturalidad; “Rue des plaisirs” es recomendable.
Una propuesta notable que respeta al espectador.
Equilibrio entre emoción y contención; “Rue des plaisirs” lo consigue.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
“Rue des plaisirs” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
“Rue des plaisirs” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Sin estridencias, “Rue des plaisirs” convence por oficio y coherencia.
“Rue des plaisirs” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la realización.
Final satisfactorio y bien planteado. “Rue des plaisirs” es interesante.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.